¿Alguna vez te preguntaste qué se esconde detrás del término "fast fashion" o "moda rápida"? Es un concepto que revolucionó la forma en que consumimos moda, pero que también generó un gran debate en torno a su impacto en el medio ambiente y la sociedad.
Si sos de esas personas que siguen las últimas tendencias de la moda y te gusta estar al tanto de lo que se lleva, pero empezaste a sentir que algo no está del todo bien, estás en el lugar correcto. En este artículo, vamos a descubrir juntos qué es el "fast fashion" y por qué es un tema que está generando tanta controversia desde la mirada de moda sostenible.
¿Listos?

Qué es el fast fashion y su impacto ambiental
Como dijimos brevemente en la introducción, el fast fashion, es un concepto que se refiere a la producción y comercialización acelerada de prendas de vestir a precios bajos, siguiendo las últimas tendencias de la moda. ¿Y cuándo surge? A sorpresa de nadie, comienza en la década de los 90', cuando toda la industria estaba en la búsqueda de eso "rápido": el boom de la comida rápida, el famoso "Llame ya" con productos para adelgazar instantáneamente, y obviamente él acelere en la ropa.
Pero concretamente, empieza cuando empresas como Zara, del grupo Inditex, comenzaron a adoptar estrategias de producción y distribución más ágiles y flexibles. La clave de su éxito fue reducir el tiempo de producción y distribución de sus prendas de vestir, permitiendo responder rápidamente a las tendencias cambiantes de la moda. Sería algo así como lo contrario al slow fashion.
Hasta ahí pareciera que no habría ningún problema, pero el simple, o no tan simple, hecho de generar toneladas y toneladas de ropa por año, llevo a generar un impacto altamente negativo para el medio ambiente y para la sociedad.
Desventajas del fast fashion son:
- Sobreproducción y residuos: la producción en masa de prendas de vestir lleva a una sobreproducción, lo que genera una gran cantidad de residuos y desechos que terminan en los depósitos o en el medio ambiente.
- Contaminación del agua y del aire: la producción de textiles y la tintura de telas pueden contaminar el agua y el aire, afectando la salud de las personas y el medio ambiente.
- Explotación laboral: la industria del fast fashion fue y es muy criticada por la explotación laboral en países en desarrollo, donde los trabajadores son sometidos a condiciones de trabajo precarias y salarios bajos.
- Impacto en la economía local: la importación de prendas de vestir baratas puede afectar negativamente a la economía local, ya que los productores y fabricantes locales no pueden competir con los precios bajos de las importaciones.
- Fomento del consumismo y la insatisfacción: el fast fashion también fomenta una cultura de consumismo y desperdicio, creando una necesidad constante de tener lo último y lo más nuevo, lo que puede generar una insatisfacción crónica y una falta de conexión con las cosas que realmente importan. Por eso es que algunos optaron por darle lugar a la moda circular como respuesta.
El fast fashion se convirtió en una industria que plantea desafíos importantes para el medio ambiente y la sociedad.
A continuación les dejamos un video que lo explica muy bien este fenómeno:
Fast fashion características
Hablamos mucho sobre las consecuencias negativas del fast fashion, pero estas son muy fáciles de detectar con el diario del lunes. Ahora bien, para entender realmente por qué el fast fashion es una industria tan dominante, debemos considerar el contexto en el que surgió y las características que lo definen. No fue algo azaroso...

El fast fashion se caracteriza por una serie de factores que lo han llevado al éxito:
La capacidad de producir y distribuir grandes cantidades de ropa de manera rápida y eficiente fue la clave para el éxito del fast fashion.
Los precios bajos también fueron fundamentales para atraer a los consumidores y hacer que la moda sea accesible para una amplia audiencia.
El fast fashion se basa en la creación de tendencias y modas que cambian constantemente, lo que genera una necesidad constante de comprar y renovar.
Las empresas de fast fashion invierten grandes cantidades de dinero en marketing y publicidad para crear una imagen de marca atractiva y hacer que sus productos sean deseables.
El fast fashion está disponible en una amplia variedad de tiendas y plataformas en línea, lo que hace que sea fácil para los consumidores acceder a él.
Pero, ¿qué relación hay entre el fast fashion y la sociedad? El fast fashion es un reflejo de nuestra sociedad consumista y de nuestra obsesión con la novedad. Algunos "revolucionarios" quisieron entonces cambiar el paradigma y crearon movimientos como el upcycling, que es una gran alternativa.
Además, la era del Internet jugó un papel muy relevante en la consolidación de esta cultura, ya que la información y las imágenes se comparten de manera instantánea, creando una sensación de urgencia y necesidad de estar al día. La publicidad en redes sociales y la influencia de las celebridades y los influencers contribuyeron a crear una cultura de la inmediatez y la gratificación instantánea, que se ajusta perfectamente a la lógica del fast fashion.

¿Cómo lidiar con el fast fashion como consumidores?
Es cierto que no somos dueños de la industria, pero como consumidores tenemos un papel fundamental en la configuración de la misma. La industria del fast fashion se sostiene gracias a nuestra demanda de productos baratos y de moda, por lo que es importante que nos cuestionemos nuestras propias prácticas de consumo.
6️⃣ Pasos para empezar a cambiar el fast fashion
Aquí les presentamos 6 pasos que podemos tomar para empezar a cambiar nuestra relación con el fast fashion:
1️⃣ Sé consciente de tus compras:
Antes de comprar, tomate un momento para preguntarte si realmente necesitas esa prenda. Preguntate si la vas a usar con frecuencia y si se ajusta a tus necesidades y estilo.
2️⃣ Invertí en calidad:
En vez de comprar prendas baratas y de baja calidad, invertí en prendas de calidad que duren más tiempo. Aunque pueden ser más caras, a largo plazo pueden ser más económicas y sostenibles.
3️⃣ Reutilizá y reciclá:
Antes de tirar una prenda, considerá si podés reutilizarla o reciclarla. Podés donarla a alguien que la necesite, o llevarla a un centro de reciclaje de ropa.
4️⃣ Buscá alternativas sostenibles:
Hay muchas marcas y empresas que están trabajando para crear moda sostenible y responsable. Busca opciones que se ajusten a tus valores y necesidades.
5️⃣ Cuestioná la industria:
Como con todo en la vida, no te conformes con la forma en que se hacen las cosas. Cuestioná la industria y exigí cambios. Podés empezar por informarte sobre las prácticas de las empresas que compras y exigir transparencia y responsabilidad.
6️⃣ Compartí tus conocimientos:
Compartí tus conocimientos y experiencias con otros. Hablá con amigos y familiares sobre la importancia de la sostenibilidad en la moda, o compartir artículos, para crear un movimiento hacia una moda más sostenible y responsable.
La idea de cuestionar el fast fashion no se trata de sentirnos culpables por nuestras compras, sino de empezar a tomar un poco conciencia de nuestras acciones y de las consecuencias que tienen en el mundo que nos rodea. Todos juntos, podemos crear un cambio positivo en la industria del fast fashion.
En 2018 se descubrió un taller textil clandestino en Florencio Varela, Buenos Aires, donde trabajaban niños y niñas en condiciones de explotación, con jornadas laborales de hasta 12 horas diarias y sin remuneración. La producción de ropa barata y rápida muchas veces se logra a costa de la explotación de trabajadores, incluyendo niños, que son sometidos a condiciones de trabajo peligrosas y mal pagadas.