La cerámica es un oficio que se encuentra en auge; junto con otras alternativas de enfoque artístico como la costura, la gastronomía, la pintura, entre otras, estas actividades se presentan como opciones súper populares que permiten tener un momento relajante, mientras exploramos a fondo nuestra creatividad y adquirimos una técnica para poder realizar creaciones únicas e irrepetibles.
La cerámica es un oficio milenario que se transmite a lo largo de las generaciones, y que con el correr de los tiempos ha ido modificando sus objetivos (antes los objetos de cerámica cumplían funciones básicas para la supervivencia, mientras que ahora tienen fines más bien estéticos, útiles, terapéuticos y recreativos), y actualizando sus herramientas. Del amasado manual se ha pasado al torno mecánico y luego al eléctrico que es el que más se utiliza actualmente. Más allá de esto, las técnicas continúan siendo prácticamente las mismas que las que utilizaban civilizaciones antiguas como los Aztecas o los Mayas, y esto hace de la cerámica un oficio histórico sumamente interesante.
Hoy en día son cada vez más los interesados en sumergir las manos en la arcilla, introduciéndose en el aprendizaje de las diferentes técnicas que existen para trabajar el material y dar despliegue a la creatividad y al disfrute y para lograr productos artesanales únicos. Teniendo en cuenta esta popularización, muchos alfareros y ceramistas se animan a dar un paso más en el oficio, y convertirse en profesores para poder transmitir todos sus conocimientos.
Así que, si crees que contás con las aptitudes necesarias para ejercer la docencia, a continuación te contamos en qué lugares es posible realizar este trabajo, así como cuáles son los beneficios y las desventajas de cada una de estas opciones.
Impartir clases en un taller de cerámica
Si sos principiante en la práctica docente, trabajar dentro de un taller ya constituido puede ser una buena forma de comenzar a dar clases de cerámica. Los talleres de cerámica son centros que se dedican a la enseñanza del oficio, que cuentan con una trayectoria y un nombre, y que en general cuentan con un caudal de alumnos constituido.

Además, estos centros tienen una infraestructura ya armada: tornos, hornos, herramientas, entre otros materiales necesarios propios del oficio.
Por otra parte, debido a su posicionamiento, estos lugares suelen estar dirigidos por docentes experimentados que conocen a la perfección las diferentes modalidades de enseñanza en función de las características de los alumnos, grupos y edades de quienes asisten a las clases. Con ellos vas a poder conocer métodos y formas de transmitir los contenidos cerámicos, desde una perspectiva pedagógica y con un enfoque didáctico.
Como verás, en este tipo de talleres ya está todo armado, y esto te permitirá introducirte en el rubro docente sin tener que realizar ningún tipo de inversión, ni tener que preocuparte por cómo conseguir alumnos. Si bien no tendrás la posibilidad de establecer tus propias tarifas, se trata de una buena opción como primera experiencia: podrás enfocar toda tu energía en aprender a enseñar, y adquirir las bases necesarias para poder pasar de ceramista a profesor, en un contexto estructurado y seguro.
Hoy en día es posible encontrar este tipo de talleres en todas partes. Sobre todo las ciudades grandes, cuentan con una amplia variedad de alternativas de este tipo, ya sean:
- Lugares de venta de piezas cerámicas, que también se dedican a enseñar el oficio a alumnos.
- Talleres ya armados por profesores con trayectoria y experiencia, dedicados exclusivamente a dar clases y no a la venta de los productos.
Cualquiera de estos dos formatos es bueno para dar tus primeros pasos en la docencia. Te recomendamos que investigues en la web cuáles son las opciones en tu ciudad, que analices el sitio de cada una y que te presentes personalmente para ofrecer tus servicios como profesor de ceramica curso.
Algunos ejemplos de talleres de Argentina en los que se imparten clases son: Barro Rodado y El Erizo (Buenos Aires, CABA), Kallisaya y Negrita (Córdoba), La Pausa y Kamerica cerámica (Mendoza), Moni Salvo Espacio Ceramiquero y Rojoraku (La Plata), El Atelier Taller de Cerámica y La Caracola - Casa.Atelier (San Miguel De Tucumán) o Sahuiray y Estudio Ruda (Rosario).
Trabajar como profesor de cerámica en acción social
Además de las instituciones privadas, existen muchos centros que ofrecen actividades sociales recreativas como parte de sus programas educativos y culturales. Dentro de este grupo encontramos centros comunitarios y organizaciones no gubernamentales (ONGs), centros culturales, espacios de formación laboral, talleres y programas del gobierno, proyectos comunitarios, entre otros espacios en los que se enseña cerámica de forma gratuita o con honorarios muy bajos. La idea de este tipo de movimientos es ofrecer alternativas que permitan el acceso al arte y a diferentes oficios a todo el mundo.

En Argentina es posible encontrar organizaciones sociales fácilmente. Algunas pueden tener ya armado un formato relativo a la enseñanza de la cerámica al cual incorporarse. En otros quizás no exista este tipo de dispositivo, por lo que podés presentarte ofreciendo tus servicios con un programa diseñado por vos, para ofrecer tus conocimientos a la comunidad y cursos cerámicos a niños, adolescentes, adultos o adultos mayores.
¿Qué mejor manera de aprender a enseñar dentro de un marco social de este tipo? ¡El trabajo dentro de movimientos con este enfoque suele ser sumamente gratificante!
Dar clases particulares de cerámica
Otra opción es lanzarte como profesor dando clases particulares. Se trata de una modalidad 100% independiente en la que podrás explayarte con muchísima libertad, aunque también tendrás que tener una actitud bien proactiva, ya que vos serás el motor y el corazón toda la labor. Impartir clases personalizadas de cerámica tiene varias ventajas como:
- Establecer tus propias tarifas;
- Flexibilidad en días y horarios de trabajo;
- Libertad para enseñar según tus preferencias: podés optar por dar cursos monográficos, talleres, clases semanales.
Es importante tener en cuenta que esta modalidad requiere de cierta inversión inicial, ya que es necesario armar una estructura básica de materiales y herramientas que son necesarios para los cursos.
Podés optar por dar las clases en un taller de ceramica caba: en este caso tendrás que armar un espacio propio y equiparlo con todo lo necesario para llevar adelante la clase, o alquilar un taller por días o horas, en función de la demanda que tengas.

Otra opción es dar clases a domicilio. En este caso la inversión será menor, pero debes calcular tus viáticos y hacer una compra de materiales para llevar a las clases. Asimismo, esta alternativa suele orientarse a hacia la enseñanza de técnicas de modelado más básicas que las que pueden darse en un taller por cuestiones de infraestructura. Por ejemplo, en este formato se debe excluir el torno como elemento modelador, ya que este no se puede trasladar constantemente.
Cualquiera sea la modalidad, las clases de cerámica requieren de un horno necesariamente. Para empezar, no es necesario comprarlo, ya que también se puede alquilar. En este caso, es necesario que contemples los gastos que esto implica, así como tener en cuenta el tiempo que lleva el traslado de las piezas e incluirlo dentro de las tarifas de tus servicios, o avisarle a los alumnos cuál es el valor que tiene cada horneada.
Promocionar tus servicios es un aspecto fundamental en esta modalidad. Para conseguir alumnos, sobre todo al principio, conviene que te publicites en las redes sociales, que armes una página web, o que te postules en plataformas online de clases particulares como Superprof para poder tener un alcance más amplio. Al principio puede costar un poco, pero una vez que tus clases se encuentren en movimiento, la promoción se hará por sí sola (aunque siempre es necesario mantenerte activo en este aspecto), a través de las recomendaciones de alumnos, de los vecinos del barrio, o de tus conocidos, amigos y familiares.
Además de todas estas opciones, también es posible trabajar como profesor dando cursos o clases dentro de un entorno con una orientación más profesional como escuelas de arte, universidades o centros de formación profesional, aunque para esto es necesario contar con titulaciones tanto en lo que respecta a la técnica como ceramista, así como en relación con el marco pedagógico y didáctico con un profesorado.
Como verás son varias las opciones que existen para empezar a trabajar como profesor de esta técnica artística y oficio milenario...Ahora que tenés toda esta información, ¿qué estás esperando para animarte a empezar a incursionar en la docencia?
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