Los objetos de cerámica fueron y siguen siendo un elemento clave para las las diferentes sociedades que caminaron por la Tierra. No solo por cumplir la función de contener algo, sino también por ser un espacio para expresarse.
Hoy, los alfareros evolucionaron y perfeccionaron sus técnicas, pero siguen manteniendo el mismo objetivo: practicidad, creatividad, expresión. Los niños pueden aprovechar todos los beneficios de esta disciplina para liberar la imaginación, mejorar la motricidad fina y mucho más. Incluso, la cerámica puede ser un momento para aprender algo nuevo.
Hacer objetos de cerámica siguiendo los métodos más antiguos puede enseñar a los más pequeños sobre historia, o más específicamente sobre el período de la prehistoria. Así reforzamos conocimientos del cole a través del aprendizaje kinestésico, despertando su curiosidad y sus sentidos.
Antes de contarte cómo armar tu propio taller de cerámica prehistórica para niños, primero veamos un poco sobre este período histórico.
Un poco de historia sobre la cerámica
Imaginemos que volvemos atrás en el tiempo, a un momento en el que ya existía la especie humana pero aun no había formado las comunidades propias de la Edad Antigua. Estamos hablando de la Prehistoria: un período que va desde la aparición de los primeros homínidos en la Tierra (las especies hermanas del homo sapiens), hasta el surgimiento de la escritura y las sociedades complejas en Oriente Próximo, alrededor del año 3.300 a.C..
Hay que tener en cuenta que esta fecha es arbitraria, y en realidad no fue una transformación radical entre la Prehistoria y el Mundo Antiguo, sino un cambio gradual de las características que definían a las sociedades humanas de la época.
La prehistoria se divide académicamente en varias etapas:
- Edad de piedra: que comprende al Paleolítico, el Mesolítico y el Neolítico. En este último período ocurre la Revolución Agrícola, con la aparición de la agricultura y la ganadería.
- Edad de los metales: Que incluye la Edad de Cobre, del Bronce y del Hierro.
¿Por qué saber esto es importante? La respuesta es que durante estas eras se fueron construyendo los cimientos de las sociedades humanas, junto a sus objetos característicos. Despacio, las personas descubrieron las técnicas para trabajar distintos materiales, incluyendo la cerámica, y moldearlos para mejorar su calidad de vida.

La cerámica surge durante la Edad de piedra, con pequeñas figuras ceremoniales durante el Paleolítico; y en el Neolítico (12.000 a. C. al 7.000 a. C.) con recipientes para guardar alimento y agua. Aun así, el término "cerámica" no emerge hasta mucho después, con la Antigua Grecia. La palabra procede del griego κεραμική (keramikḗ), que en su forma femenina de κεραμικός (keramikós) significa “sustancia quemada“, designando el barro de los alfareros de Atenas.
Después del resumen para contextualizar más rápido de tu vida, podemos avanzar con cómo es un taller de cerámica prehistórica. (Por cierto, tenés toda la libertad de sacar estos datos históricos para explicar a los "peques" sobre la actividad)
La cerámica prehistórica en detalle
La cerámica se puede definir como el arte o la técnica de fabricar objetos elaborados con arcilla cocida; y para los humanos prehistóricos fue una revolución. Con la cerámica pudieron producir contenedores para almacenar y transportar alimentos y agua. Al ser un material muy duro y resistente a la corrosión, la arcilla nos cuenta la historia de las sociedades que la crearon y utilizaron.
El objetivo principal de la cerámica en el Neolítico era su utilidad, y no tanto un objeto artístico. Se tratan de objetos desiguales hechos 100 por ciento a mano; elaborados a base de golpes, de estrujar y amasar. Por ello pueden resultar muy básicos o rudimentarios de ver. Pero hay que entender que no se buscaba crear arte, sino un elemento necesario para el día a día.
Es por su simpleza que la cerámica neolítica es una buena idea de manualidad para hacer con chicos, y ahora te vamos a explicar cómo armar el taller.
Armá tu taller de cerámica prehistórica para niños y niñas
Para esta clase vas a poder utilizar todos tus conocimientos que aprendiste sobre cómo hacer un taller de cerámica infantil. Primero preparando el espacio para trabajar, espacioso y siempre listo para la mugre. Así como también la ropa que se pueda ensuciar y, lógicamente, los materiales.
¿Qué herramientas vas a utilizar? Lo más básico es la arcilla, que te aconsejamos conseguir la que es para modelaje sin horno (la comprás en una artística o por internet). También se necesita un recipiente con agua y herramientas para decorar, como punzones, palillos, un rodillo, una esponja, pinceles y pinturas.

Importante: Qué materiales usar va a depender de si el taller se hace en casa, en el cole o en un centro de cerámica. De esto no solo depende la arcilla, sino también las herramientas. Si tenés un horno lo ideal sería obtener la arcilla polimérica en vez de la de secado al aire; y esta requerirá de pinturas específicas. En el caso de los utensilios, si no tenés a mano los clásicos para alfarería, podés reemplazarlos con lo que haya en casa: escarbadientes, botellas, palitos, etc. ¡La imaginación al poder! ¡Con todo esto podrás transformar tu casa en una de las mejores escuelas de ceramica!
¿Qué diferencia a los talleres de alfarería prehistórica? Claramente, la técnica para elaborar la pieza. Pero además, porque va a ser un espacio de aprendizaje kinestésico, donde los conocimientos se adquieren a base de crear y asociar el trabajo de las manos con la lección de historia. Siempre adaptado a la edad de los alumnos y las alumnas.
Ahora sí, podemos presentarte las dos formas para fabricar una pieza de cerámica de estilo prehistórico. Vamos a apoyar este blog con un video para una mayor comprensión. También le podés proponer el taller a alguno de los profesores de cerámica en Argentina que tenemos en Superprof.
Cómo crear las piezas de cerámica
Para que no haya excusas, te vamos a mostrar dos métodos distintos para trabajar la arcilla para crear cerámica prehistórica:
1. El primero, y tal vez más rudimentario, es moldear el barro a partir de un bloque. Primero se amasa la arcilla con agua hasta armar una pelota. Luego con los dedos se hace un hueco (que va a ser la apertura de la vasija), buscando estirar la pelota hacia afuera y arriba. En este video pueden ver la técnica del alfarero, que primero hace un cuenco y después le da altura con chorizos de arcilla que cose a la forma original. Pero mejor ver el paso a paso en el video, porque una imagen vale más que mil palabras.
Ojo que en esta reproducción la arcilla se cocina con fuego (siguiendo el método tradicional). Al menos que tengas un horno, vas a tener que dejar que la arcilla se seque sola, y esto puede llegar a tardar hasta 24 horas. Claramente la paciencia es esencial para hacer cerámica...
2. La segunda opción es directamente con los chorizos de arcilla, apoyados uno encima del otro. Para ello, hacemos una plancha con el palo de amasar que vamos a recortar en forma circular. Después armamos las tiras y, rodando la arcilla, formamos chorizos largos. Estos se colocan uno sobre el otro encima de la plancha para crear el cuerpo del vaso. Cada chorizo hay que "cocerlo" para que no haya huecos inesperados.
Si queremos que sea una vasija, hay que moldear con las manos la parte superior para que funcione como vertedor.
Ambas opciones nos llevan al mismo objetivo: una pieza de cerámica prehistórica. Podemos dejarla así, pero, ¿por qué no decorarla?
¿Buscás un taller de ceramica zona norte? ¡Encontralo a través de Superprof!
Decorar la pieza de cerámica
Ya tenés la pieza en la mano, lista para decorar. Hasta este momento, los chicos estuvieron explorando la técnica de la cerámica, cómo es el objeto, para qué sirven. Ahora queda lo simbólico, qué historias cuenta la cerámica.
Las niñas y los niños pueden ahora pasar a la acción, y decorar su vaso con las herramientas que haya a mano. Pueden hacer círculos con la punta de un pincel, rasguños rectos e incluso, formas más intrincadas con la ayuda de moldes. Pero tal vez el método más fiel a la cerámica prehistórica sea con caracoles de mar, hojas y palitos. Usando esa misma naturaleza despojada con la que se encontraron los primeros humanos.
Otra opción es dejarla secar -o cocinarla con el horno- para después pintarla. Reiteramos que no es aconsejable no es posible realizarlo con el horno de la cocina, y que en el caso de hacer una fogata hay que tener mucho cuidado.

Para la decoración, tal vez sea mejor usar pinturas sintéticas, como el acrílico o la témpera. Porque fabricar pigmentos naturales es una clase completamente distinta (aunque súper interesante de llevar a cabo). Aunque no sean pigmentos de plantas y especias, sí se puede imitar a las pinturas rupestres utilizando los mismos colores; así el resultado será lo más realista posible.
Se tratan de tonalidades verdes, rojas y marrones. Como el ocre, el terracota, el siena tostado, el verde musgo. Estos se sintetizaban de los pigmentos de plantas, minerales y especias que obtenían de su entorno.

En cuanto a las formas, predominaban las líneas y los puntos; como también figuras humanas y animales. Las personas de la prehistoria dibujaban lo que veían en su vida diaria, aunque sus historias y mensajes se perdieron en el tiempo...
Ya sabés, solo se necesita imaginación y perder el miedo a ensuciarnos las manos. No es muy complicado organizar una actividad lúdica super completa para los niños y niñas. ¿Y quién dice? Tal vez se copan tanto que arrancan clases de cerámica infantil. Para más información sobre sus modalidades en Argentina, podés leer nuestro artículo sobre el tema. No te vas a arrepentir.