Las personas que saben más de un idioma, en general, son identificadas como cultas, abiertas y con ciertas ventajas por sobre el resto de la población. Es que aprender nuevas lenguas sin dudas amplía los horizontes de la cabeza y ayuda a trabajar aspectos del cerebro que de pocas formas se puede lograr. La gente es cada vez más consciente de la importancia de incursionar en este tipo de estudios, lo que genera que poco a poco más personas se inclinen por la decisión de obtener este tipo de aprendizajes y, entre ellos, el italiano pisa fuerte, sobre todo en la Argentina.
Y dos tipos de exámenes que nos pueden ayudar a aprender este idioma de forma eficaz son el CELI y el CILS. Pero las preguntas son: ¿cómo son estas pruebas? ¿en qué consisten? ¿cómo puedo incorporar el italiano a mi vida a través de ellos? La respuesta te la daremos a continuación. ¡Vení a conocerla!
¿Qué es el CILS de italiano?
El CILS, cuyas siglas responden al nombre Certificazione di Italiano come Lingua Straniera, que en español significa Certificado de Italiano como Lengua Extranjera, es una prueba de idioma internacional muy conocida en el universo del lenguaje del país europeo en cuestión. Si decidís hacer el examen y lo aprobás, como recompensa tendrás un título CILS.
Este certificado, que es reconocido por todas las instituciones y gobiernos, pone a prueba las competencias lingüísticas en italiano que cada alumno posee al evaluar su nivel de conocimiento. Se centra particularmente en la gramática y en la expresión escrita, un punto desafiante para aquellos que no son nativos de Italia.
Los inicios del CILS datan del siglo XVI. Sí, ¡el siglo XVI! Su creador fue el gran Duque de Toscana, quizás más bien reconocido como Fernando I de Medici, quien decidió crear una escuela cuyo objetivo era enseñar italiano de su región a ciudadanos alemanes. Lo que nació como una simple idea salida de su cabeza, se empezó a propagar por todo el país y se convirtió en el certificado que conocemos en la actualidad y que hoy te estamos recomendando para aprender. Y si lo sugerimos, es sobre todo para aquellos que quieren entrar en el mundo profesional y universitario de Italia o de cualquier institución que trabaje con el idioma.
Es que no solo lo reconocen las organizaciones y gobiernos, sino que también lo hacen ni más ni menos que las universidades y las empresas. Por ello, hacer el CILS puede ser una puerta de entrada ideal para esos mundillos. Basta con entender que es la Universidad para extranjeros de Siena la que se encarga de revisar y corregir estos exámenes y lo hacen basándose en los textos oficiales de la Unión Europea y los niveles del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas.
El CILS cuenta con cuatro niveles, que por supuesto denotan cuán avanzado está el alumno en cuestión en relación al idioma. Tiene en cuenta desde el dominio de la escritura hasta la comprensión oral. Estos cuatro escalones de conocimiento son:
- CILS Uno: Responde al nivel B1 del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, que se corresponde con el uso del italiano de manera autónoma, pero básica.
- CILS Due: Es el nivel B2, dentro del cual los alumnos hablan el idioma para hacerse entender en diferentes situaciones de la vida cotidiana.
- CILS Tre: Es equivalente al nivel C1 y los estudiantes de este nivel tienen que comunicarse con conversaciones fluidas en distintos escenarios, pero también deben ser capaces de gestionar circunstancias formales o profesionales.
- CILS Quattro: Se trata del último nivel, el C2, y los alumnos que alcanzan este punto tienen que poder hablar en cualquier situación, ya se de trabajo, en un viaje, en reuniones sociales y cualquier otro ámbito. Se puede decir que es lo más cercano a ser nativo.
Como todo título importante, para conseguir el certificado de CILS, deberás superar diferentes pruebas y etapas, entre las que están comprendidos un test de comprensión oral, un ejercicio del uso del italiano, un test escrito y un examen oral. Estos tienen cierto nivel de dificultad, por lo que tendrás que comprometerte de tal forma que consigas perfeccionar tu dominio del idioma.
¿Sabés cómo podés evaluar tu nivel de italiano?
¿Qué es el CELI de italiano?
El CELI, por su parte, también es un certificado de conocimiento del dialecto de Italia, cuyo acrónimo significa Certificado di Conoscenza della Lingua Italiana, lo que en español se traduce como Certificado de Conocimiento de la Legua Italiana. En este caso, la institución que lo otorga es la Universidad para extranjeros de Perugia y también lo reconocen la mayor parte de las organizaciones, gobiernos y empresas. Lo único que lo diferencia del CILS es que el CELI tiene seis niveles.
Estos diferentes escalones, que fueron desarrollados por el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, van del A1 al C2 y se pueden aprender gracias a una serie de cursos intensivos de italiano. De esta manera, el estudiante estará preparado para hacer los exámenes del CELI y podrá hablar sobre cine italiano o mejorar su expresión oral.
A través de los cursos de preparación, el profesor basará los contenidos de sus clases en los exámenes de los años anteriores y desarrollará una serie de competencias lingüísticas completas para el alumno. A su vez, tendrá que basarse en la escucha, la lectura, la producción escrita, la conversación o el conocimiento de estructuras del idioma. Con todo esto, se busca que el alumno mejore su pronunciación y su vocabulario en italiano. Es importante que tengas en cuenta que tenés que alcanzar el nivel CELI 3 para inscribirte en las facultades de la nación europea si es que querés evitar pasar por la prueba de admisión para extranjeros que suelen tener estas universidades.
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¿Cómo anotarse para conseguir el CILS o el CELI?
Para tener un diploma de idioma, sin duda alguna vas a tener que prepararte. Y si nos referimos al italiano, esto no será una excepción. Para el CILS, se puede estudiar de forma independiente, pero hay que tener cuidado porque si reprobás un año, no podrás volver a anotarte hasta el siguiente. Y aunque probablemente esto implique estar bajo presión, con esfuerzo y dedicación conseguirás aprobar.
Para inscribirte en el CILS o en el CELI vas a tener que acercarte o acceder de forma virtual a un centro certificado y pagar una tasa de examen. Por ejemplo, el precio para anotarse al CILS varía entre los 105 y 175 euros (no todo es gratis), siempre en función del candidato y de la sede. En este punto, es importante informarse bien porque algunos centros también ofrecen cursos de preparación para el examen.
Estos últimos te brindarán la posibilidad de prepararte, aunque seguramente solo impartan italiano. En Argentina, tenés la opción de buscar academias o institutos italianos, pero recordá que en el caso de estos exámenes oficiales hay fechas específicas para rendirlos: junio y diciembre para el CILS y tres oportunidades en el año para el CELI. Importante: anotate con tiempo.
Ambas pruebas suponen una oportunidad perfecta para incursionar en una lengua extranjera y marcarse como meta lograr ese diploma. Incluso es probable que, con determinación, llegues a ser bilingüe de italiano. Ahora bien, no solo tendrás que dedicarle esfuerzo, sino también motivación, voluntad, ganas de aprender, pasión por compartir con los demás y capacidad de escuchar.
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¿Por qué inclinarse por el CILS o el CELI?
El CILS y el CELI son certificados muy útiles por muchas razones. Para empezar, te permitirán dominar mejor la lengua italiana y entrar en un marco de idioma libre y reconocido por el mundo lingüístico en general.
Este diploma global conlleva cierta importancia dado que el CILS, por ejemplo, te abrirá las puertas de las universidades italianas, así como del mundo del trabajo y de la enseñanza en este idioma. En este sentido, muchas empresas y marcas de la nación de Italia reconocen al CELI y al CILS como certificados necesarios para que las personas se puedan comunicar de manera profesional. Incluso, hay compañías internacionales que lo exigen para ingresar en ellas.
Asimismo, el CELI consigue que diferentes estudiantes de fuera de Europa viajen a Italia para estudiar en las universidades locales, lo que luego les brinda la oportunidad de insertarse en el mercado laboral de allí.
Por otro lado, cabe mencionar que existen otros diplomas, como el CIC (Certificato dell'italiano Commerciale, que en español significa Certificado del Italiano Comercial) o el PLIDA (Progetto Lingua Italiana Dante Alihieri, que en castellano es Proyecto de Lengua Italiana Dante Alighieri). Estos cursos son el apoyo y complemento perfecto para otros como el CILS o el CELI porque, si bien no son tan importantes como estos últimos dos, siempre suman.
Además, el gobierno italiano los reconoce y allí los alumnos repasarán lo aprendido en los certificados de mayor importancia y le sumarán otro vocabulario y expresiones idiomáticas.
En resumen, los diplomas de lengua extranjera abren puertas y pueden despertar nuevos proyectos, ya sea un trabajo o un viaje, y siempre enriquecen el CV y el bagaje cultural de los seres humanos.
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