Aristóteles es considerado uno de los pensadores más influyentes de la historia. Su legado intelectual y sus enseñanzas han moldeado el pensamiento occidental, dejando una huella que resiste el paso del tiempo. Basándose en los aportes de Aristóteles, se han desarrollado saberes relativos a varias disciplinas. Abordó con profundidad temas de física y metafísica, astronomía y geología, psicología, filosofía y también biología. En cada una de estas áreas realizó observaciones y desarrolló teorías explicativas, muchas de las cuales siguen siendo relevantes en la actualidad.
Su método de razonamiento lógico su capacidad de sistematización del conocimiento sentaron las bases del pensamiento científico y filosófico en occidente, convirtiéndolo en una de las figuras más importantes en la historia del saber humano.
A pesar de que sus contribuciones más famosas son aquellas vinculadas con las disciplinas filosóficas y metafísicas, lo cierto es que en biología, Aristóteles también realizó aportes significativos. De hecho, su trabajo en biología se considera excelente y ejerció una gran influencia en los estudios de los biólogos más conocidos.
Pongamos ahora a Aristóteles bajo el microscopio. Juntos, vamos a examinar su vida, sus estudios y los avances que hizo en la biología.
Biografía de Aristóteles
Los escasos registros que hay de los primeros años de vida de Aristóteles revelan que nació en el año 384 a. C., en Grecia, Estagira, no muy lejos de la ciudad que hoy conocemos como Tesalónica. Su padre, Nicómaco, era el médico personal del rey macedonio, lo que sugiere que el joven Aristóteles pasó bastante tiempo en el entorno de la realeza.
El nombre Aristóteles, que significa "el mejor propósito" en griego antiguo, resultaría profético.
Sus padres murieron cuando él tenía alrededor de 13 años, quedando al cuidado de Proxeno de Atarneo, esposo de su hermana mayor. Proxeno se encargó de su cuidado y formación durante algunos años, hasta que Aristóteles se trasladó a Atenas, donde se inscribió en la Academia de Platón. Allí permaneció durante casi veinte años, estudiando e instruyéndose en filosofía, física, metafísica, y otras disciplinas que influirían profundamente en el desarrollo de su propio pensamiento y que lo ayudarían a empezar a desarrollar sus propias teorías.
Se desconoce con certeza por qué Aristóteles dejó la Academia de Platón, pero luego de dos décadas de formación, se trasladó a Asia Menor, donde permaneció en la corte de Hermias de Ateneo, un antiguo amigo y protector. Tras su muerte, viajó a la Isla de Lesbos, donde comenzó una etapa decisiva en su vida: desarrolló una intensa labor de investigación científica, especialmente en los campos de la biología y la historia natural. Su trabajo y su desarrollo lo consolidarían como uno de los primeros grandes naturalistas y como el primer biólogo de la antigüedad.
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Metodología científica de Aristóteles
Aristóteles fue el primer científico en realizar una investigación empírica. Comenzó sus estudios hablando con los nativos de Lesbos: apicultores y pescadores, así como agricultores y jardineros locales. Ordenando con sus conocimientos, se propuso la larga tarea de observar lo que le habían dicho y sacar conclusiones de las pruebas que tenía ante sí. Este método fue uno de los principales Aristóteles aportes a la biología.
Durante siglos, muchos zoólogos y biólogos marinos desacreditaron su teoría de que el hectocótilo del pulpo formaba parte de su sistema reproductivo... hasta que descubrieron que, de hecho, era correcta.
Además de sus estudios en investigación en zoología, también sacó muchas conclusiones sobre la botánica, como lo demuestran los dos libros de su alumno sobre plantas.
Sus descripciones vívidas y precisas de la vida marina sugieren que, cuando los marineros llevaban sus capturas a tierra, Aristóteles estaba allí, listo para examinarlo todo y registrar los detalles. Se basó casi exclusivamente en datos recopilados a través de la observación y la conversación, buscó patrones y anomalías y extrajo conclusiones de esa investigación.
Tras el estudio de algunas especies considerando la reproducción, la anatomía y otros criterios, Aristóteles señaló que la fisiología de los animales parecía adaptarse a su entorno, pero se detuvo poco antes de avanzar en cualquier teoría de la evolución. De hecho, rechazó rotundamente la idea de que animales y especies similares pudieran tener un ancestro común. ¡Solo le faltaba tener conocimientos sobre el ADN y la estructura celular!
Aunque no parezca una gran proeza, lo cierto es que en ese momento, su trabajo fue todo una revolución. Sus explicaciones claras, su enfoque lógico y su método de sistematización del conocimiento sentaron las bases del pensamiento científico de occidente.
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Aristóteles en la biología y en la taxonomía
Dejando a un lado la teología, Aristóteles fue el primero que clasificó a los seres en 11 grupos diferentes. Esta tarea se constituye como uno de los primeros intentos por ordenar y clasificar la diversidad biológica.
En su jerarquía, dividió a los seres vivos en dos grandes grupos: "animales con sangre" (análogos a los vertebrados de la actualidad) y "animales sin sangre" (invertebrados en la clasificación actual). También utilizó otros criterios como su "naturaleza", si eran "cálidos" o "fríos", "húmedos" o "secos".
Es decir, dentro de los dos grandes grupos (animales con sangre y sin sangre), realizó una clasificación en 11 categorías, a partir de criterios como las características físicas, el hábitat, el modo de reproducirse y el tipo de locomoción. ¡Descubrí también qué aportó Mendel a la biología!
Categorías de los seres vivos según Aristóteles:
Hombre: Ser con alma.
Vivíparos cuadrúpedos: Mamíferos terrestres que paren crías vivas.
Ovíparos cuadrúpedos: Reptiles que tienen cuatro patas y ponen huevos, como lagartos y cocodrilos.
Aves: Animales con plumas y alas; ovíparos, con gran diversidad morfológica.
Peces: Animales acuáticos con aletas, sin patas, ovíparos o vivíparos.
Cetáceos: Mamíferos marinos como delfines y ballenas; vivíparos pero acuáticos.
Insectos: Animales pequeños de cuerpo segmentado, sin sangre (según Aristóteles), como abejas, hormigas y escarabajos.
Crustáceos: Animales marinos con caparazón duro y patas articuladas.
Moluscos: Animales de cuerpo blando, generalmente con concha.
Testáceos: Animales con caparzón externa fija.
Zoófitos (o plantas-animales): Organismos que parecen una mezcla entre planta y animal.
Colocó al ser humano en la cima de su escala natural, al considerarlos "con sangre", bípedos, cálidos y húmedos, y con alma, lo que según su filosofía, los hacía superiores. En el otro extremo colocó los minerales, que, al carecer de vida, sangre y movimiento, eran fríos y secos. Esta escala reflejaba una concepción jerárquica del universo. En el medio, diferentes especies de animales.
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"Scala Naturae" o "Gran Cadena del Ser"
Fueron nombres bajo los cuales se conoció la clasificación aristotélica. Esta ejerció una enorme influencia en el pensamiento occidental durante siglos.
Siglos más tarde, el botánico sueco Carl Linneo, considerado el padre de la taxonomía moderna, formalizó la nomenclatura binomial basada en género y especie para clasificar a los seres vivos. Basándose en la clasificación de Aristóteles, desarrolló un sistema más riguroso y sistemático.
En base a todo esto, más adelante, el biólogo y naturalista inglés Charles Darwin amplió la taxonomía de Linneo al introducir el concepto de evolución de las especies por selección natural, dando un giro que revolucionó la biología moderna.
Algunos errores en el pensamiento aristotélico
Durante siglos, el trabajo de Aristóteles en biología y como naturalista fue venerado, pero, en el siglo XX, su trabajo y reputación se vieron seriamente comprometidos. Muchos científicos y pensadores criticaron el pensamiento de Aristóteles y enfatizaron algunos de sus errores:
- Mujeres: Aristóteles decía que están deformadas, carecen de dientes y generalmente son deficientes.
- Anguilas: según sus explicaciones, establecía que no tienen órganos sexuales visibles, por lo que no pueden reproducirse. Tampoco pueden hacerlo las almejas, mosquitos, moscas o piojos.
- Abejas: fue bastante ingenioso, pero se equivocó por completo al idear su ciclo de vida.
- Evolución: desde un punto de vista evolutivo, él era un eternalista: todo lo que es, es todo lo que fue y siempre será.
- Esclavos: según Aristóteles, algunas personas merecen ser esclavizadas; estos esclavos naturales no es seguro que tengan alma, son incapaces de pensar por sí mismos, pero sobresalen en recibir órdenes. Esto estaba inculcado como parte de la filosofía y creencia de la época.
- Dioses: Aristóteles creía que las estrellas y los planetas eran formas de vida elevadas; quizás incluso dioses. ¿Te gustaría saber cuál fue la influencia del pensamiento aristotélico sobre el biólogo Galeno?
Si bien hoy en día muchas críticas a las ideas de Aristóteles pueden considerarse válidas desde una perspectiva científica moderna, también es cierto que juzgarlas sin contexto resulta anacrónico. Es fundamental reconocer que sus aportes surgieron en una época en la que prácticamente no existían herramientas científicas tal como las conocemos hoy, y donde, incluso la ciencia como disciplina no gozaba de prestigio ni reconocimiento. Sus conclusiones deben entenderse dentro del marco histórico, cultural y filosófico de su tiempo, el cual influyó profundamente en sus reflexiones. Por ello, más que desacreditarlas, es importante valorar su obra como un cimiento sobre el que se construyó una gran parte del pensamiento científico y filosófico de occidente.
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