Hay nombres que, con solo pronunciarlos, ya cuentan una historia. Y en Argentina, decir "La Locomotora" es hablar de mucho más que boxeo. Es hablar de garra, de corazón y de una mujer que se subió al ring no solo para ganar seis títulos mundiales, sino para pelear por una vida, la suya, que se convirtió en la inspiración de millones. Su apodo no solo describía la potencia de sus puños, sino la fuerza imparable de su espíritu para arrollar cada obstáculo que se le puso en frente.
Pero lo que la transformó en un ícono popular, en una figura querida por todos, trasciende sus logros deportivos. La verdadera magia de Alejandra Oliveras fue su capacidad para romper la famosa "grieta", para ser aplaudida y admirada sin importar las banderas políticas. Su historia de superación, contada con una honestidad brutal, la convirtió en un ejemplo cercano y poderoso de que la pelea más importante es la que se da abajo del ring, todos los días.
Los números de una leyenda: Un legado forjado a golpes
Para comprender la dimensión de la pelea de la Locomotora Oliveras, hay que ir más allá de su carisma y su historia contada a viva voz. Su verdadero mapa de vida, con todas sus cicatrices y triunfos, está grabado a fuego en los números de su carrera profesional.
A lo largo de su trayectoria, la "Locomotora" se subió al ring en 42 ocasiones, un número que de por sí habla de una carrera longeva y exigente. Pero es en el desglose de ese número donde encontramos la verdadera esencia de la campeona.

📊 El récord de una campeona en cifras
| Categoría | Número |
|---|---|
| 💪🏻 Peleas totales | 42 |
| 🏆 Victorias | 33 |
| 🏅Victorias por Nocaut (KO) | 14 |
| 🚩 Derrotas | 7 |
| 🤼♀️ Empates | 2 |
| 🥇 Títulos mundiales | 6 |
Pero reducir su legado a una tabla sería un error monumental. Cada una de esas 42 peleas fue mucho más que un simple combate; fue una declaración de principios. Cada victoria era un golpe contra la pobreza que la vio nacer, un grito de rebeldía contra los prejuicios y un paso firme para asegurar un futuro para sus hijos.
Cada número cuenta una historia:
No son solo 33 triunfos. Son 33 veces que demostró que el lugar de una mujer está donde ella quiera estar, incluso en el rincón más rudo de un cuadrilátero. Cada victoria inspiró a miles de niñas y mujeres a pelear por sus propios sueños.
La potencia de una máquina imparable. Estos nocauts son la prueba viviente de por qué el apodo "Locomotora" le calzaba a la perfección. No buscaba solo ganar, buscaba arrollar.
Quizás los números más importantes de su carrera. Siete recordatorios de que la verdadera campeona no es la que nunca cae, sino la que siempre se levanta. Estas derrotas forjaron su carácter, le enseñaron humildad y la hicieron más fuerte para la batalla más importante: la de la vida.
La consagración absoluta. Seis coronas mundiales en diferentes categorías (Supergallo, Pluma y Ligero), un hito que la inmortalizó en el olimpo del boxeo argentino y mundial, y la convirtió en una leyenda viviente.
Este récord, impresionante desde cualquier ángulo, es el cimiento sobre el cual se construyó su leyenda.
Una sola noche, una rivalidad eterna: Oliveras vs. Acuña
En la historia de cualquier gran deporte, existen rivalidades que trascienden el tiempo y definen una era. En el boxeo femenino argentino, esa rivalidad tuvo dos nombres propios: Alejandra "Locomotora" Oliveras y Marcela "La Tigresa" Acuña. Eran las dos reinas indiscutibles, 👑 vs. 👑
La Locomotora:
La fuerza bruta, el corazón del interior, la pegada demoledora y una historia de superación que conmovía hasta las lágrimas.
La Tigresa:
La técnica depurada, la pionera, la figura porteña que abrió las puertas del boxeo femenino a nivel profesional en el país.
El choque era inevitable, un evento que el público pedía a gritos. Pero, a pesar de los años de dominio y de una rivalidad alimentada por los medios y los fanáticos, la pregunta que muchos se hacen hoy es: ¿cuántas veces se vieron las caras en un ring profesional? La respuesta puede sorprender a más de uno: solo una vez.
A pesar de ser las dos figuras más grandes de su generación, el destino quiso que su épico enfrentamiento se limitara a una única y memorable noche que paralizó al país.
El combate que hizo historia 🥊
- 🗓️ Fecha: 4 de diciembre de 2008
- 🏟️ Lugar: Estadio Luna Park, Buenos Aires
- 🏅Resultado: Victoria de Marcela "La Tigresa" Acuña
- 💪🏻 Método: Decisión unánime tras 10 rounds
- 🏆 En juego: 🏆 Título Mundial Supergallo AMB
Aunque el resultado de los jueces no favoreció a Oliveras, la pelea de la locomotora fue fiel a su estilo inquebrantable: siempre para adelante, buscando el golpe que pudiera cambiar la historia, sin rendirse jamás. Fue un combate táctico, donde la técnica de Acuña se impuso a la potencia de Oliveras.
De todas formas, el verdadero legado de esa pelea va mucho más allá del resultado. Esa noche, ambas escribieron la página más importante del boxeo femenino en Argentina hasta ese momento.
¿Por qué fue tan importante este único encuentro?
- Visibilidad masiva 📈: Llevó el boxeo femenino a las portadas de los diarios y a los noticieros centrales. Dejó de ser un deporte de nicho para convertirse en un evento de interés nacional.
- Legitimación del deporte 🥇: Demostró que dos mujeres podían encabezar una velada en el escenario más sagrado del boxeo argentino y llenar las gradas.
- Inspiración pura ✨: Creó un antes y un después para miles de chicas que vieron en ellas dos modelos a seguir, demostrando que no había límites para sus sueños.

Última pelea de la Locomotora Oliveras: El ring en Cutral Co
Toda gran carrera deportiva tiene un último capítulo, un momento en que suena la campana final. Para un ícono como la Locomotora, ese día no podía ser uno más. Su despedida del boxeo profesional no fue en un escenario de luces deslumbrantes, sino cerca de la gente, en el corazón de la Patagonia argentina, fiel a su estilo popular y cercano.
La última vez que Alejandra Oliveras se calzó los guantes para un combate oficial fue una noche cargada de emociones en Cutral Co, Neuquén.
Detalles del combate final 🥊
| Detalle | Información |
|---|---|
| Fecha | 🗓️ 11 de mayo de 2019 |
| Lugar | 📍 Gimnasio Municipal Enrique Mosconi, Cutral Co |
| Rival | Leslie "La Explosiva" Morales 🇲🇽 |
| Resultado | Derrota por puntos (Decisión Unánime) |
Esa noche, a sus 41 años, la Locomotora lo dio todo, como siempre. Enfrentó a una rival 17 años más joven y, aunque el resultado de los jueces no la favoreció, peleó hasta el último segundo del último round. No hubo nocaut, no hubo rendición. Fue una demostración final de su espíritu inquebrantable, ese que la definía: terminar de pie, sin importar el resultado. 🔔
Esa campana no marcó un final amargo, sino el punto de inflexión. Fue el momento en que la boxeadora le pasó la posta a la leyenda. Colgó los guantes profesionales para dedicarse por completo a su otra gran pelea, la de abajo del ring: su labor social, sus charlas motivacionales y su rol como inspiración viviente. El cierre de un ciclo para dar inicio a su batalla más importante.
Más que boxeo, el espíritu de una guerrera
Hay historias que necesitan ser vistas para ser comprendidas en toda su dimensión. Hablar de la potencia y el corazón de la Locomotora es una cosa, pero sentir la energía de su viaje, desde la más profunda adversidad hasta la gloria mundial, es otra completamente distinta.
Lo que viene a continuación no es solo un clip de un combate; es un homenaje, una ventana de pocos minutos al alma de una luchadora. Es un montaje que captura la esencia de por qué su figura inspira a millones. Más que una pelea, es el retrato de una vida entera de batallas.

En estas imágenes podemos ver los pilares que construyeron su leyenda:
- Sacrificio y sudor 🏋️♀️: La dureza de sus entrenamientos, el esfuerzo anónimo lejos de las luces, donde se forja a una campeona.
- Furia en el ring 🥊: Destellos de su poder, la agresividad y la pegada que la hicieron famosa en todo el mundo.
- El carisma del pueblo 😊: Su sonrisa, su conexión con la gente, la mujer humilde y auténtica detrás de los guantes.
- La lucha de una vida ✊: Imágenes que evocan su camino, recordándonos que cada golpe que dio en el ring estaba impulsado por el deseo de superar su pasado.
Esto resume a la perfección lo que significaba una pelea de locomotora olivera: no era solo un enfrentamiento deportivo, era la culminación de una vida de esfuerzo y resiliencia.
Es la prueba visual de por qué su legado trasciende los títulos mundiales. No se trata solo de cómo peleaba, sino de por qué peleaba. Y esa razón es la que la convirtió en una leyenda inmortal.









