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"Los profesores afectan la eternidad; nadie puede decir donde se termina su influencia". Esta frase del historiador americano Henry Brooks Adams habla por sí sola. Quienes imparten apoyo escolar también pueden cambiar la vida de sus estudiantes. ¿De qué manera? Ayudándolos a que superen sus dificultades y puedan seguir adelante con su recorrido académico.
No importa si te decidís a dar clases privadas para ganar un dinero extra a fin de mes como si es tu actividad principal, en cualquier caso transmitir tus conocimientos debe ser una tarea que se lleve a cabo con total responsabilidad. Solo así tus alumnos podrán progresar y tu ayuda tendrá sentido.
En primer lugar, es importante que tus conocimientos en la materia que vayas a impartir sean sólidos. Pero más allá de lo académico, que sin duda es fundamental, un buen profesor particular tiene que reunir una serie de cualidades humanas para impartir apoyo universitario serio y de calidad.
En este artículo te contamos todo lo que tenés que saber sobre las clases de apoyo escolar.
La pasión por enseñar
Además de un lugar donde los alumnos refuerzan conocimientos, las clases particulares son un momento de intercambio entre dos personas.
Tanto si lo que quieren es prepararse para un examen o simplemente no atrasarse con lo que ven día a día en las aulas, los alumnos recurren a tus servicios para adquirir nuevos conocimientos y consolidarlos. Por eso es que no podés defraudarlos. Solamente con entrega y dedicación podrás ayudarlos a que mejoren su desempeño.

Que te guste dar clases no solo es importante para vos, sino también para que el estudiante que tengas enfrente note que estás comprometido con tu tarea. Estamos convencidos de que alguna vez tuviste un profesor en el colegio, en la secundaria e incluso en la universidad que no estaba del todo compenetrado con su tarea y eso hacía que sus clases fueran aburridas.
En líneas generales, los profesores que no consiguen motivar a sus alumnos con sus clases es porque, en el fondo, no tienen pasión por compartir sus conocimientos. Esto que sucede en un aula de una buena decenas de alumnos también puede repetirse en una clase particular con solo uno de ellos.
Desde el primer encuentro con tu alumno, él (o incluso sus padres) podrán percibir cuán comprometido estás con tu labor. Aunque no lo creas,estas cualidad es fundamental para lograr una buena impresión, empezar a trabajar codo a codo con tus estudiantes y, al final del camino, la que te permitirá ampliar tu cartera de alumnos.
Sin dudas, un estudiante que estudia de la mano de un profesor particular apasionado llegará más lejos que uno que trabaja con un docente que realiza su trabajo solo por el dinero.
Pero, ¿cómo lograr que tu compromiso con la actividad se refleje en tu clases? No dudes en ser receptivo frente a tus alumnos. De esta manera, los ejercicios que hagan juntos no serán una carga para él, sino un método para mejorar.
La ecuación es clara: si vos ponés pasión en tus clases clases aumentará rápidamente el número de alumnos interesados en tus servicios. Incluso podés dar ayuda escolar online a distancia. Después de todo, ya sabemos que el boca a boca es la mejor herramienta para darse a conocer.
¿Querés saber las ventajas que tienen las clases de apoyo escolar?
Paciencia y metodología para ser profesor particular
Más allá de la pasión y el gusto por transmitir conocimientos, hay una realidad: para ser profesor a domicilio son necesarias grandes dosis de paciencia y aplicar una metodología.
Si empezamos por la primera, la paciencia es importante para estar mejor posicionados para evitar el fracaso escolar de los alumnos. Como sabemos, en Argentina este es una problemática importante que las clases particulares pueden ayudar a combatir.
Además, no perder la calma fácilmente te permitirá acompañar mejor a tu alumno. Es decir, que si el estudiante que tenés enfrente no consigue resolver un ejercicio, puede ser necesario volver a explicárselo. Una, pero también dos y tres veces. Tu perseverancia para no tirar la toalla hasta que no entienda a la perfección hará que tu alumno progrese clase a clase.

En cambio, si no tenés paciencia y querés que las notas de tu alumno mejoren en un abrir y cerrar de ojos no estarás haciendo otra cosa que meterle más presión de la que ya tiene. La mejor recomendación en este punto es que te familiarices con la personalidad del alumno para adaptar tu método de enseñanza a sus necesidades. Así, podrás encontrar la mejor manera de explicarle lo que le haga falta.
Pero no se trata solamente de enseñar con calma, sino de acompañar tu paciencia con un buen método de enseñanza. En otras palabras, ser pedagógico para que tu estudiante puede seguirte el ritmo, y no perder el hilo al cabo de las primeras clases particulares. Si esto sucede, no estarás haciendo otra cosa que reproducir en el apoyo escolar los mismos problemas que tiene dentro de las aulas.
Ser pedagógico es algo indisociable de tu rol como profesor particular.
Sin dudas, tu enfoque pedagógico puede ser diferente al de otros profesores e incluso vos podés aplicar técnicas diferentes, dependiendo del alumno que tengas a cargo. Sin embargo, siempre es recomendable tener en cuenta que sin importar la disciplina que impartas ni el nivel que tenga tu estudiante, es importante preparar tus clases particulares con anticipación y con una dirección clara.
Hasta los alumnos más jóvenes pueden notar cuando un profesor particular no está comprometido con su tarea...
¿Sabés qué formación es necesaria para impartir clases de apoyo escolar? ¿Es necesario contar con algún título?
Ser flexible como condición para dar clases a domicilio
Cuando uno decide empezar a dar clases particulares, es necesario saber que en esta profesión la capacidad de adaptación no puede faltar.
No importa si impartís clases particulares de francés, de física y química o de matemática, en todas ellas estarás enfrentado a un alumno diferente que necesita un trato personalizado para avanzar.
Aunque a cada uno de ellos siempre les enseñes exactamente la misma asignatura, el método que apliques cada vez será diferente. Solo así podrás darle a cada uno de tus estudiantes los recursos que necesita para no quedar bloqueado. Por ejemplo, un profesor particular que imparte clases de inglés no dará la misma clase si tiene frente a él a un alumno de primaria, lo cual es ideal contratar para ello a algunas maestras de primaria, o a uno preparándose para rendir un certificado de inglés para postular a un MBA. Aunque las dos clases sean 100% inglés, el contenido de cada una de ellas será muy diferentes.
Esta es la razón por la que el apoyo escolar a domicilio requiere que el profesor se acomode a las circunstancias puntuales. Éste último debe ser capaz de adaptar su metodología a las necesidades del estudiante.
Y esto no solo ocurre con las clases de idiomas, sino con todas las materias para todos los niveles.
Descubrí en este artículo las diferentes formas de impartir clases de apoyo escolar.
Ser sociable, característica clave para el profesor particular
Otra de las aptitudes de cualquier profesor particular (no importa si imparte clases de geografía, historia, lengua, matemática o chino mandarín) es que sea sociable. Si es retraído o no se muestra abierto a interactuar con sus estudiantes, nunca podrá construir una relación auténtica y a largo plazo con ellos.
Por este motivo es que la comunicación debe estar presente desde la primera clase, y en todo momento durante ellas. Mostrarse abiertos al intercambio no sólo ayudará a generar una buena impresión (en sus alumnos o sus padres de los más jóvenes), sino también hará que los estudiantes se sientan más cómodos para compartir sus dudas cuando no entiendan algo.

Asimismo, cuando los profesores particulares dan lugar a que sus alumnos se abran a ellos pueden conseguir que sus opiniones sobre las clases los ayuden a mejorarlas de manera permanente. Un estudiante en confianza con el docente se animará, por ejemplo, a proponerle actividades o participar con mayor entusiasmo frente a las que el propio profesor organice.
Otro punto a tener en cuenta es que (por más que no es lo ideal) en ocasiones pueden aparecer algunos problemas con los alumnos. Si la comunicación con los mismos es inexistente o no está lo suficientemente aceitada, no será posible conversar y salir adelante. Hay que hablar con el alumno para que entienda los esfuerzos que tiene que realizar si quiere progresar. Pero también con sus padres si estuviera en primaria o secundaria.
Por ejemplo, cuando el alumno se prepara para algún examen, como el curso de ingreso o un certificado de inglés importante, es normal que atraviese situaciones de muchos estrés. Cuando el profesor sabe de qué manera interactuar con él para ayudarlo a calmarse durante estos períodos, probablemente contribuirá a que sus resultados sean mejores.
Como podés comprobar, esta profesión no solo requiere sólidos conocimientos de la materia que se imparte, sino también otras aptitudes esenciales. Tener paciencia, aplicar una buena metodología, ser apasionado, querer transmitir conocimientos y ser sociable son tan solo algunas de las características que debe reunir un buen profesor particular.
Si cursás estudios que tienen que ver con la educación o incluso tomás clases de teatro, por ejemplo, ¡podrás aumentar tus posibilidades de convertirte en el profesor particular con el que todos los alumnos sueñan!
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