Índice
- 01. Cometiendo errores en matemáticas desarrollas tu cerebro
- 02. Aplicación de las matemáticas mediante la experiencia (con los métodos Boaler)
- 03. Mejorar en matemáticas es, sobre todo, una cuestión de ánimo
- 04. Estudiar matemáticas sin presión
- 05. El programa para evaluar a los alumnos (PISA)
- 06. ¿Profesores de matemáticas traumatizados?
¿Quién no ha pensado nunca: «soy un desastre en matemáticas; no lo conseguiré nunca; las matemáticas no son lo mío»?
No importa la edad o el nivel que tengas ni si estás en primaria o secundaria, ¿a que alguna vez te has sentido así? De entre todas las disciplinas que se estudian en el colegio o en el instituto, las matemáticas es una asignatura especial, posiblemente porque es muy teórica y la más científica de todas. Las matemáticas son consideradas como la reina de las ciencias.
¿Te sientes un rey de las matemáticas? ¿Tienes habilidad para las mates?
Normalmente, puede ser que:
- Se te den bien las matemáticas: sigues el hilo de todo desde el principio y eres uno de los mejores de tu clase. En resumen, ¡las matemáticas no te dan miedo!
- No se te den bien las matemáticas: es posible que te falten algunas nociones esenciales en matemáticas, como las tablas de multiplicar o el cálculo de ecuaciones literales, cosa que te perjudica, y tienes la impresión de ir siempre un paso por detrás.
Como vemos, no hay un término medio en matemáticas: o eres bueno o no lo eres. Pero ¿es una razón para afirmar que no eres capaz de estudiar matemáticas?
Si te sientes sobrepasado, abrumado por una fobia incontrolable por las matemáticas, puede que sea una cuestión de confianza en ti mismo o del enfoque desde el cual abordas las matemáticas.
De hecho, tener un buen ánimo y considerar esta disciplina desde otro ángulo te va a ayudar a abordar las matemáticas con toda tranquilidad, sin vergüenza ni miedo.
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Cometiendo errores en matemáticas desarrollas tu cerebro
La profesora de matemáticas Jo Boaler, que enseña en Stanford, se ha pasado mucho tiempo preguntándose por qué los niños les tienen tanto miedo a las matemáticas.
Recientemente, el hijo de 7 años de un compañero volvió del colegio y dijo que le gustaban más las matemáticas. Su madre le preguntó por qué y él respondió: «las matemáticas siempre exigen respuestas pero no nos enseñan nada».
Esta historia, como otras muchas, demuestra que los niños de primaria entienden que las matemáticas, en comparación con otras asignaturas, es una materia un poco confusa, dado que requiere respuestas claras. ¡Y cómo te miran los demás si no sabes la respuesta! Es un enfoque que hay que cambiar si no queremos tener puntos débiles en matemáticas.
Decir que algunas personas están hechas para las matemáticas y otras no, es un mito. No existe un «cerebro matemático»; al contrario, hay muchas maneras de enseñar matemáticas a los niños, por ejemplo.
La neurociencia ha demostrado que hay una estrecha relación entre las opiniones, las actitudes y las creencias de los estudiantes con respecto a ellos mismos y su rendimiento escolar.

La ciencia ha podido comprobar que el cerebro tiene la capacidad de agrandarse y también de encogerse, fenómeno que se ha demostrado mediante un estudio sobre los conductores de taxis de Londres, que debían memorizar todas las calles londinenses para conseguir la licencia: en concreto, cuando tenían que intentar recordar una calle y aprenderla de memoria, la capacidad del cerebro (gracias al hipocampo) aumentaba mientras que los conductores ya jubilados que no tenían que recordar las calles experimentaban un encogimiento progresivo del cerebro.
En resumen, cuando cometes un error en tus ejercicios de matemáticas (y esto también ocurre con todos los ámbitos de la vida), tu cerebro se desarrolla, principalmente por la formación de neuronas que se multiplican para encontrar la solución lo más rápidamente posible. También puedes aprender algunos trucos matemáticos para mejorar sin darte cuenta.
Mediante la lectura de diferentes resonancias, queda claro que nuestro cerebro se desarrolla cuando cometemos un error. Aunque no sepas que estás cometiendo un error, siempre habrá momentos difíciles de estrés, de ansiedad o incluso de miedo, pero en esos momentos tu cerebro estará activo de una manera muy intensa.
Esto no significa que cometer errores en matemáticas, como en aritmética o en cálculo mental, indique que se te da bien esta disciplina, pero es un nuevo enfoque de aprendizaje de matemáticas que se debería tener en cuenta.
En una sociedad que es perfeccionista, que se mueve rápido y en la que hay que tener éxito a la primera, la noción de fracaso relativo que hace alusión a los errores matemáticos, por ejemplo, demuestra por el contrario que no hay nada inamovible.
Aplicación de las matemáticas mediante la experiencia (con los métodos Boaler)
Otro estudio sobre los alumnos que tienen dificultades en aprender matemáticas ha demostrado que el cerebro se comporta de forma diferente del de los niños que no tienen dificultades.
Gracias a la experiencia y los métodos de Jo Boaler, se ha demostrado que el cerebro se ilumina en ciertas zonas cuando se trabaja con las matemáticas. Si se ponen en práctica los métodos Boaler, es decir, si se visualizan las matemáticas, si se discute constantemente los problemas que surjan y si se trabaja en la escritura misma de las matemáticas, este estudio demuestra que todos los niños son capaces de aprender matemáticas con un método de aprendizaje eficaz y adaptado a ellos. Descubrí a nuestros profesores particulares de matematica capital federal, formados en los mejores métodos para transmitir esta disciplina.

Boaler estima que solo el 2 o 3% de la población tiene dificultades reales y concretas para aprender matemáticas, pero que el resto de la población es completamente capaz de estudiar matemáticas y de comprenderlas a un nivel alto.
Las personas que han aprendido matemáticas de la forma tradicional dan a menudo un paso atrás cuando llevan a cabo las representaciones visuales de las matemáticas, pero esta forma de reaccionar va en contra de la comprensión del funcionamiento del cerebro. Cuando visualizas algo, se iluminan y se activan otras áreas del cerebro, diferentes de cuando pensamos de forma numérica. Esto ocurre porque aprovechamos la capacidad creativa del cerebro (parte derecha) para ayudar a la parte izquierda, la de la lógica.
¿Quieres saber por qué unos adoran las matemáticas y otros las odian?
Mejorar en matemáticas es, sobre todo, una cuestión de ánimo
Los profesores se dan cuenta cada vez más de que la manera en la que los alumnos crean en sí mismos afecta a la forma en la que su cerebro aborda el aprendizaje de las matemáticas. Es decir, que tener un buen ánimo afecta de forma considerable el aprendizaje de las matemáticas.
Esta noción se tiene en cuenta por los profesores que buscan cómo integrar este nuevo enfoque en sus clases para enseñar y transmitir una emoción.
Según Jo Boaler, los niños son más capaces de aprender y aprobar las matemáticas que de cualquier otra asignatura.

El problema es que los profesores piensan a menudo que sus alumnos no pueden alcanzar altos niveles en matemáticas y, por tanto, los estudiantes piensan lo mismo de sí mismos.
Según Boaler, es muy difícil tener un estado de ánimo positivo y constructivo y de creer que se pueden conseguir los objetivos cuando solo se hacen cuestionarios de sí o no. La científica recomienda lo contrario: proponer problemas visuales que inciten la comunicación entre el estudiante y el profesor de mates, cosa que aportará varios ángulos de resolución del problema.
Cuanto más reflexionen los alumnos sobre las matemáticas, más intentarán encontrar una solución; despertarán su creatividad para resolver el problema matemático.
Y si las matemáticas te dan pánico, descubre 5 trucos para perderles el miedo.
Estudiar matemáticas sin presión
Está claro que con un poco de presión y de motivación, el cerebro se mantiene despierto y se aviva el espíritu de competencia que habita en todos nosotros. Es lo que se denomina «estrés bueno», ya que te motiva y te anima a seguir adelante y a ser mejor.
Pero otro estudio de Jo Boaler en la Universidad de Chicago ha demostrado también que una presión constante, principalmente las limitaciones de tiempo, puede bloquear nuestra memoria y, por tanto, nuestro cerebro no funciona al 100%.

Es el caso principalmente de los alumnos que sufren ansiedad escolar, estrés o que no tienen confianza en sí mismos: pierden todas sus capacidades si se sienten demasiado presionados.
Si desde el principio se les dice que no van a ser capaces de aprender las funciones afines, la geometría, las fracciones o simplemente el cálculo mental en un año, tirarán la toalla incluso antes de empezar.
¡También es posible aprender matemáticas divirtiéndose!
El programa para evaluar a los alumnos (PISA)
Considerado a menudo como el test de referencia en matemáticas en muchos países del mundo, el test PISA (el programa para la International Student Assessment), que ha sido llevado a cabo por profesores titulados, catedráticos y otros profesores, dispone de una sección dedicada a las actitudes y creencias.
La investigación llevada a cabo por el PISA demuestra que los alumnos que emplean técnicas de aprendizaje consistentes en la memorización no resultan ser buenos en matemáticas. Por el contrario, los alumnos que emplean técnicas que se basan en la reflexión y relacionar las diferentes nociones matemáticas tienen un mejor rendimiento.

El PISA también ha demostrado que la repetición de tareas no es útil a la hora de aprender.
Los alumnos necesitan una práctica productiva, con un enfoque de los problemas matemáticos que vaya en direcciones diferentes y con las explicaciones de los razonamientos.
Así es como Jo Boaler ha revolucionado la forma de enseñar matemáticas en los Estados Unidos: ha escrito varios libros que tratan este tema para ayudar a los profesores a enseñar con sus métodos y también ofrece clases de matemáticas en línea de forma gratuita.
Más de 100 000 establecimientos han acordado ya probar sus métodos y una encuesta reciente ha indicado que el 96% de los alumnos estiman que tienen que seguir estudiando matemáticas para conseguir el título después de haber cometido errores.
¿Profesores de matemáticas traumatizados?
¿Y si la razón del fracaso en matemáticas fueran los profesores?

Jo Boaler estima que muchos de los profesores de matemáticas se traumatizaron con esta disciplina cuando eran más jóvenes y hoy en día trabajan de la misma manera que sus profesores en el pasado. Los maestros de primaria a menudo lo reconocen.
Sin embargo, trabajando la comunicación y la visualización y discutiendo los caminos posibles para resolver un problema matemático, se puede conseguir. Esto es más enriquecedor que cualquier otro método.
Todo es una cuestión de ánimo: es esencial que los profesores de matemáticas propongan un nuevo método de aprendizaje.
Solo hay que ampliar el debate para dejar de considerar el aprendizaje y la enseñanza de las matemáticas de manera lineal y hacer lo contrario: responder a las necesidades concretas de los estudiantes.
Las clases particulares de matemáticas y el apoyo escolar son ideales para aportar una nueva perspectiva.
Podemos citar, por ejemplo, la Khan Academy, que propone aprender matemáticas de otra manera:
- Los ejercicios de matemáticas que dan miedo
- La aritmética, el álgebra, la geometría y el cálculo de ecuaciones literales sin explicaciones
La plataforma propone un mejor enfoque y comprensión de las matemáticas para aprenderlas de una manera más fácil. Se revisan las nociones, los conocimientos y la pedagogía para acabar con el aprendizaje de memoria de las matemáticas.
Y tú, ¿entenderías mejor las matemáticas si te explicaran más detenidamente los conceptos matemáticos? ¿A que sí?
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