Índice
- 01. Por qué aprender matemáticas a una edad muy temprana
- 02. Por qué los profesores tienen que estar más instruidos en las matemáticas
- 03. La importancia de un buen estado de ánimo
- 04. Aprender a desarrollar un nuevo estado de ánimo
- 05. ¿Todos los alumnos son capaces de aprender matemáticas?
- 06. ¿Cómo puede ayudar a los alumnos un profesor particular?
Cuando se es niño, abordar el mundo de las matemáticas parece tan difícil como escalar el Everest.
Sin embargo, si se empieza a una edad temprana a estudiar matemáticas y se tiene un profesor motivado que nos guía correctamente, no hay ninguna razón para no aprobar las matemáticas.
Por tanto, si te preguntas si tu hijo es capaz de aprender las tablas de multiplicar, las sumas, las restas, etc., la respuesta es evidentemente sí, ya que el temario de matemáticas se enseña en función de su edad, de su madurez intelectual.
Esto le dará a tu hijo un conjunto de cualidades que le servirán a lo largo de su vida:
- Una garantía de sus capacidades
- La oportunidad de acceder a carreras de prestigio y a una amplia variedad de trabajos
- Saber resolver un problema y comprender por qué se ha tomado tal decisión
- Poder utilizar las nuevas tecnologías y principalmente las del mundo de la informática
- Aprender a administrar su tiempo y su dinero en situaciones cotidianas.
Gracias a los ejercicios prácticos, a ejemplos del día a día, tus hijos van a abrirse progresivamente a los números, la numeración, la geometría, el álgebra, la estadística, etc.
Aunque tú mismo hayas tenido dificultades con las matemáticas, convéncete de que tus hijos son diferentes y disponen de un gran potencial de aprendizaje.
¿Preparado para descubrir los argumentos que proponemos a este respecto?
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Por qué aprender matemáticas a una edad muy temprana
Según un estudio publicado por la profesora Michele Mazzocco del Center of Early Education and Development en la Universidad de Minnesota en Minneapolis (EE.UU.), los niños que tienen una edad inferior a la de ir al colegio desarrollan más fácilmente las aptitudes para adquirir las competencias básicas en matemáticas.
Por ejemplo, los niños pueden aprender la noción de geometría y simetría construyendo torres con bloques de construcción o aprender el concepto de la división con piezas de Lego o compartiendo su merienda con sus compañeros.
También se ha demostrado que los niños menores de seis años ya son capaces de distinguir dos imágenes diferentes, una con diez puntos luminosos y otra con veinte puntos luminosos, mostrando así una comprensión de los números comparados. ¡Son unos verdaderos campeones en la mates!
De hecho, los niños son más receptivos a aprender a una edad temprana (en torno a los 5 o 6 años) y, con la ayuda de un profesor que le enseñe los principios fundamentales de las matemáticas durante esa edad, serán más capaces de desarrollar sus habilidades para las matemáticas que en su edad adulta.
Descubre también 6 maneras de ayudar a tus hijos a aprender matemáticas en casa.
Por qué los profesores tienen que estar más instruidos en las matemáticas
Para enseñar matemáticas, los profesores deberían estar más instruidos, más informados y mejor formados en lo que concierne a esta materia. De hecho, si los profesores confiaran más en su capacidad de enseñar matemáticas, los niños se mostrarían más interesados, más entusiastas y, por tanto, más susceptibles de aprender.
Los niños son unas auténticas esponjas emocionales: todo depende de que el profesor muestre toda su pedagogía, su saber hacer y su motivación para enseñar esta materia para que los niños lo sigan sin hacer ninguna pregunta y, sobre todo, sin crear barreras psicológicas ante este aprendizaje. ¿Por qué no utilizar juegos educativos y juegos de cálculo mental o adaptar las matemáticas a un nivel básico con las nociones fundamentales?
También se ha demostrado que un profesor individual que explique los conceptos más detalladamente es más eficaz, de modo que cada niño pueda comprender e interpretar cada idea y cada teoría en lugar de aprender simplemente de memoria. Esto también muestra que los niños son capaces de utilizar y comprender algoritmos de muchas formas.
Pero si los profesores ponen barreras en el aprendizaje de esta disciplina, no conseguirán inculcar a los niños la confianza necesaria para demostrar toda su capacidad en esta materia.
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La importancia de un buen estado de ánimo
Como para todo lo que aborda un niño (aunque también se aplica a los adolescentes y a los adultos), el tema del estado de ánimo es algo primordial que va a influir en sus notas.
Los niños que poseen o que se les enseña a tener siempre un estado de ánimo positivo y a esforzarse por aprender piensan que siempre pueden desarrollar su inteligencia. Son más susceptibles de aprobar en comparación con los niños que tienen un estado de ánimo básico, estable, con la mente cerrada. Estos últimos estiman que sus capacidades son limitadas, mientras que los otros niños siguen progresando y aprobando.
El desarrollo de su mentalidad le acompaña a lo largo de su vida y de sus experiencias.
Si tu niño tiene problemas, no los va a solucionar si sus padres o sus profesores solo esperan de él que los solucione, porque probablemente asumirá que no tiene ninguna competencia al respecto. Cuando esto se aplica a los problemas de matemáticas, el niño empezará a creer que eso no es lo suyo.
No hace falta aprenderse las matemáticas de memoria; aprender de memoria no es necesariamente la mejor forma para aprender a dividir, por ejemplo. Asimismo, empezar, por ejemplo, por ejercicios de aritmética no es una buena solución.
¿Crees que los chicos son mejores en matemáticas que las chicas?
Aprender a desarrollar un nuevo estado de ánimo
En 2003, durante un taller, unos investigadores descubrieron que los alumnos de 12 años tenían la capacidad de aprender mejor y de desarrollar nuevas competencias.
Les dijeron a los alumnos que su cerebro era un músculo y que, por tanto, cada vez que aprendían una nueva técnica, «agrandaban» su cerebro, haciendo así más fácil el hecho de aprender nuevas cosas en el futuro.
Tras su participación en este taller, los niños y adolescentes creyeron firmemente que podían adquirir nuevas competencias y sacar mejores notas en matemáticas con un poco de esfuerzo y práctica. Esto demuestra claramente que tanto los padres como los profesores pueden enseñarles a los niños un estado de ánimo abierto y que una nueva forma de aprender matemáticas puede hacer cambiar de opinión a los alumnos que pensaban hasta ese momento que no podían estudiar matemáticas como cualquier otra persona.
Un programa que desarrolle las competencias en matemáticas, como que los alumnos crean en su propia capacidad de dominar las matemáticas es, por tanto, una herramienta muy potente.
Es una combinación que se ha descubierto por medio del programa de matemáticas JUMP, que no solo está destinado a los profesores de matemáticas sino también a todos los demás profesores, para que cojan confianza en sus propias competencias en las matemáticas. De esta manera, podrán apoyar y ayudar a sus alumnos en su aprendizaje.
Este programa se basa en el aprendizaje en pequeños pasos y ofrece a los alumnos la manera en la que pueden mejorar en vez de hacerles sentirse decepcionados con ellos mismos cuando cometen un error.
¿Todos los alumnos son capaces de aprender matemáticas?
La respuesta es más complicada que un simple sí o no.
Pero con un buen entorno, con apoyo y un método de aprendizaje adecuado, los niños son capaces de formarse a partir de su sed natural de conocimiento y de desarrollar sus competencias y un gusto por las matemáticas, que le proporcionarán un gran potencial para conseguir mejores resultados en el futuro.
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¿Cómo puede ayudar a los alumnos un profesor particular?
Una de las formas de adquirir este método positivo y alentador para aprender matemáticas es tomando clases particulares de matemáticas.
Al contrario de las clases tradicionales de matemáticas que tus hijos ya han recibido en el colegio o en el instituto, un profesor particular le enseñará de forma personalizada, según su nivel y su manera de aprender. No serán uno más de clase, sino que el profesor podrá ocuparse de ellos personalmente.
El profesor determinará cuáles son sus lagunas en matemáticas, como por ejemplo en ramas como las fracciones, la estadística, la geometría, las ecuaciones, el álgebra, etc.
Los niños están en proceso de adquisición del lenguaje. A menudo los padres esperan mucho de ellos y los comparan con otros alumnos, algo que evidentemente no es la mejor solución. Con un profesor de matematica online, el niño tendrá un temario y unos ejercicios de matemáticas totalmente adaptados a su nivel.
Desde el punto de vista psicológico, un profesor particular puede aportar mucho a su alumno: podrá mostrarse positivo y explicar las nociones desde un punto de vista más personal. El niño tendrá la impresión de que las matemáticas son fáciles.
Será como un entrenador personal que le aconsejará, le motivará, le orientará hacia las nuevas técnicas y hacia los nuevos trucos y que le mandará ejercicios para que progrese. El niño tendrá una auténtica relación de intercambio con su profesor de matemáticas que le hará ver esta materia con otros ojos.
Cuando el alumno se encuentre con un problema, no debe dudar en preguntar ni en compartir sus pensamientos y sus opiniones. Expresando sus ideas, aprenderá a tener un razonamiento matemático y, ¿por qué no?, podrá convertirse en el próximo Einstein y cambiar el mundo con las matemáticas.
Aprender matemáticas no es un ejercicio difícil en sí. Es cierto que requiere trabajo, inversión personal y tiempo, pero todo el mundo es capaz de aprender matemáticas, tanto los niños como los más mayores.
Es una cuestión de mentalidad y de estado de ánimo: si a los niños se les anima a trabajar, a conseguirlo, si se les muestra que tienen las capacidades necesarias para aprender, entonces aprenderán incluso sin darse cuenta.
No dudes en ponerte en contacto con nuestros profesores o con la academia de matematicas más cerca para obtener toda la información relativa a la clases de matematica impartidas.
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