No somos seres humanos viviendo una experiencia espiritual, somos seres espirituales viviendo una experiencia humana.
Yogi Bhajan
El yoga es una disciplina cada vez más practicada en Argentina y en el mundo. Sus beneficios son tales, que nuevos adeptos se adhieren día a día esta práctica milenaria de origen hindú, que integra el cuerpo, la mente y el espíritu. Entre sus múltiples variantes, como el yoga Vinyasa, Iyengar, Mysore, prenatal, Hatha yoga y el yoga Ashtanga, cada persona puede encontrar una práctica yogui adecuada a sus preferencias, a sus objetivos y a sus necesidades personales.
¿Qué es Ashtanga yoga?
El Ashtanga se constituye como uno de los tipos de yoga más practicados en Argentina. Se trata de una solución que integra relajación, disfrute, meditación y tonificación, a través de una serie de posturas marcadas por una secuencia específica que la diferencia de otros tipos de yoga. Se caracteriza por tener una identidad dinámica marcada y valores de un ser mejor específicos de su práctica regular.
A continuación, te contamos todo sobre el método de yoga Ashtanga: origen, características, principios, beneficios, y mucha más.
El origen del Ashtanga yoga
El término Ashtanga tiene su origen en sánscrito, y significa "ocho miembros" o "ocho etapas". Así es como el Ashtanga se funda sobre ocho principios o pilares básicos:
- La restricción de uno mismo,
- La observación,
- La práctica corporal,
- La respiración,
- El dominio de los sentidos,
- La concentración,
- La meditación,
- La realización de uno mismo,
Sobre estos principios se apoya toda la práctica del Ashtanga. Estos se constituyen como los cimientos y la brújula que guía los movimientos, las posturas y las secuencias de este estilo deportivo y meditativo tan completo que apunta a promover la integración entre lo físico, lo mental y lo espiritual del ser humano para alcanzar la paz interior.
Los orígenes de este yoga no se pueden establecer de forma exacta. Debido a que los textos en sánscrito sobre los que se basan sus principios solían estar sujetos a varias interpretaciones y eran transmitidos principalmente de forma oral, es difícil delimitar un marco preciso, un enfoque y una fecha que nos revelen los fundamentos del Ashtanga con exactitud.
Sin embargo, hay algunos elementos interesantes que pueden darnos cierta información sobre los inicios de este yoga dinámico. A menudo se atribuye la creación del yoga Ashtanga a Krishnamacharya, un profesor de yoga indio que murió en 1989 a la edad de 101 años.
Este mismo maestro tenía tres alumnos principales:
- BKS Iyengar, el padre fundador del yoga Iyengar,
- Desikachar, su hijo, quien desarrolló el Viniyoga,
- Pattabhi Jois, que nos interesa hoy, ya que creó el Ashtanga yoga, basándose en el texto "Yoga Korunta".
De hecho, en 1948, Pattabhi Jois abre su propia escuela en la India, atrayendo, a lo largo de los años, a muchos occidentales que viajaban a oriente con el fin de experimentar nuevas prácticas físicas, terapéuticas y meditativas.
¿El motivo de este éxito? Su propuesta consistía en un yoga bastante físico, dinámico, a veces exigente que, a través de una postura o asana, una sucesión de ejercicios o una flexión, permite volver a centrarse mientras se tiene la oportunidad de transpirar.
Más adelante, en la década de los 60, el Ashtanga se popularizó y se exportó a países occidentales. En los Estados Unidos, será reconocido como Vinyasa yoga o Power yoga. Aunque Pattabhi Jois ha fallecido, su legado permanece vivo, siendo posible encontrar encontramos el Ashtanga yoga en todo el mundo.
Las características del Ashtanga yoga
¿Cómo es la técnica en sí de una clase de yoga Ashtanga?
El Ashtanga yoga es lo que podríamos llamar un yoga dinámico que despierta el cuerpo físico, permite el estiramiento de las extremidades y el desarrollo de la tonicidad y de la fuerza muscular.

¿Querés conocer también el bikram yoga?
Se trata de un enfoque muy completo y exigente, basada en posturas fijadas en seis series, que constituyen una sucesión lógica y fluida y que son adecuadas para practicantes de todos los niveles según las adaptaciones que se hagan.
La principal característica de una clase de yoga Ashtanga, es la secuencia de movimientos que propone posturas físicas o asanas en fusión con la respiración. Son seis series progresivas que se caracterizan por:
- Comenzar con una Serie Primaria: es la primera de las seis series de una secuencia de Ashtanga. Su principal objetivo es la desintoxicación corporal y la construcción de una base sólida para poder continuar con posturas más avanzadas.
- Utilizar la respiración Ujjayi: una técnica que sincroniza el movimiento con respiraciones controladas durante la práctica. Es una respiración suave y constante con un ritmo profundo y uniforme con inhalaciones y exhalaciones por la nariz.
- Recurrir a los puntos de enfoque visual Drishti: son los puntos específicos a los que debe dirigirse la mirada durante la ejecución de cada postura o asana para mantener la atención y promover la meditación en movimiento. Son nueve los Drishtis principales en Ashtanga Yoga; algunos se dirigen a la nariz, otros hacia el ombligo, pulgares, pies, manos, entre otros puntos del cuerpo.
- Aplicar los cierres energéticos llamados Bandhas: son contracciones musculares que promueven el control y el direccionamiento del flujo de la energía en el cuerpo. En Ashtanga se trabajan tres Bandhas principales; Mula Bandha (Cierre raíz), Uddiyana Bandha (Cierre abdominal) y Jalandhara Bandha (Cierre de la garganta).

Entonces, el principio fundamental de esta práctica, radica en seguir una sucesión de seis asanas que forman una rutina fluida y coherente. Esta práctica no solo fomenta la transpiración y el flujo de energía interna, sino que también contribuye al manejo del estrés, al autoconocimiento y a disfrutar plenamente del momento presente.
Más que una práctica deportiva, se trata casi de una filosofía, un estilo de vida, lleno de fluidez, reflexión, autoconocimiento y, en definitiva, la satisfacción de haber logrado hacerlo según la práctica de cada uno. Más allá de seguir nuestro propio ritmo, la práctica diaria y regular es importante y nos permitirá mejorar de manera constante y progresiva a lo largo de las sesiones.
Porque el Ashtanga yoga es como todas las prácticas deportivas o meditativas: ¡para ver los efectos, es necesario hacer cierto esfuerzo! Para mejorar tu manejo del estrés, tu fortalecimiento muscular, tu relajación o para armonizar tu cuerpo, no hay nada como ser regular en la práctica del yoga. ¡Simple, pero efectivo! Echa un ojo también a nuestro artículo sobre el hatha yoga.
Los efectos del Ashtanga yoga
Ashtanga yoga para trabajar tu cuerpo
Cuando realizamos cualquier tipo de actividad física, a menudo se tiende a querer ver los efectos rápidamente.
Sin embargo, no debemos olvidar que la práctica regular es la clave de cualquier progreso y transformación, ya sea corporal, mental o espiritual, sobre todo en lo que respecta al yoga. El Ashtanga no es una excepción a la regla y, gracias a los ejercicios diarios, nos permitirá alcanzar objetivos físicos concretos y a menudo útiles para todo el mundo como:
- Integrar el cuerpo, la mente y el espíritu
- Desarrollar tonicidad del cuerpo
- Promover el desarrollo muscular
- Lograr flexibilidad corporal
- Aumentar la resistencia física y de la capacidad cardiovascular
- Mejorar la postura
- Adquirir equilibrio a nivel corporal
- Favorecer la movilidad de las articulaciones
- Estimular el funcionamiento los órganos internos
Es decir, la práctica regular de Ashtanga yoga, produce potentes efectos a nivel físico. Este enfoque nada tiene que envidiarle a otras prácticas deportivas como el CrossFit o el HIIT.
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Ashtanga: un deporte mental
El cuerpo se utiliza como herramienta para hacer los ejercicios, pero la mente también juega un papel importante en la práctica del Ashtanga yoga. De hecho, esta está presente continuamente, para estimular lo corporal y también lo espiritual.
Ambos -cuerpo y mente- crean una energía vital propia del Ashtanga, que demostrará ser estimulante todos los días. La respiración es la herramienta principal de este método, porque permitirá unir los diferentes polos del cuerpo. De hecho, una mala respiración reducirá los efectos de la serie de posturas, por lo que es importante practicar con ejercicios de respiración y adoptar una técnica particular.

En Ashtanga yoga, esta técnica suele estar vinculada a la observación, que debe centrarse en un objetivo, para no perderse y olvidarse de lo que estamos haciendo. Es un auténtico trabajo mental que, ayudado por la respiración adecuada, sin duda será indispensable durante todas las sesiones de yoga. De hecho, adquirir una conciencia plena de las cosas que suceden y desarrollar una visión amplia del mundo interno y externo, es otro de los efectos que propicia este estilo de yoga.
Algunos de los efectos mentales del Ashtanga son:
- Reducción del estrés
- Mejora de la concentración
- Sensación de calma mental
- Incremento de la autoconfianza
En Ashtanga, vincular los diversos elementos que componen el ser, permite progresar más y encadenar las posturas con la máxima eficacia. Con o sin entrenador personal, el Ashtanga aboga por la no violencia y el respeto hacia los demás y hacia uno mismo, mientras se trabajan lo corporal y lo mental. ¿Y si fuera la disciplina ideal? Recordá que también podés tomar clases de yoga online.









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